-¿Cuál es el origen de la
presencia de la Iglesia Anglicana en Villaescusa?
-Tenemos familias repartidas por varios municipios
pero en Villaescusa estamos presentes desde el siglo XIX. Después de la Guerra
de la Independencia se quedaron en la zona de Zamora algunos soldados ingleses
de Wellington que se casaron con personas de la zona de Toro y algunos pueblos
de la comarca de La Guareña. Cuando llegó por primera vez la libertad religiosa
a España, con motivo de la revuelta del General Prim en 1868, estos se
asociaron un poquito. Mientras tanto, en el pueblo de Villaescusa algunas
personas habían llegado a la conclusión, después de leer los evangelios hacia
1869-70, de que la iglesia necesitaba una reforma y después de haberse
informado bien los reformistas de Villaescusa se pusieron en contacto con
Salamanca, donde había una parroquia protestante.
-¿Nace entonces la primera
comunidad?
-Sí, en 1871 en Villaescusa ya habían fundado una
pequeña comunidad que fue creciendo. Y a partir de 1880 se abre una escuela, la
única que había en el pueblo. También se construyó un templo propio a costa de
los fieles del pueblo, casi tan grande como la iglesia parroquial. A partir de
ese momento y hasta 1905 se produce un periodo de crecimiento, de tal forma que
todo el pueblo se convierte al protestantismo. Tanto es así que el obispo de
Zamora le dice al párroco que recogiera las cosas y se volviera para la
capital.
-¿Cuánto duró esa etapa sin
presencia de la iglesia romana?
-A finales del siglo XIX vuelve otra vez la iglesia
romana a enviar sacerdotes y lograron la reconversión de algunas de las
familias que retornaron al catolicismo romano. Lo que sucede es que hacia 1895
el cura católico romano de Villaescusa, Agustín Arenales, que había sido
enviado por el Obispo, se convierte al protestantismo. Él mismo tomó esa
decisión y llegó a ser un gran predicador dentro del protestantismo.
-Pero esos periodos de apogeo de
la iglesia anglicana no han sido permanentes ¿no?
-La comunidad de Villaescusa existió más o menos con
su escuela hasta la Guerra Civil. Hasta ese momento en la provincia había
unidades anglicanas en Villaescusa, Fuentesaúco, Cañizal, La Bóveda y Guarrate,
muchas de ellas con su ministro o párroco propio, por lo menos La Bóveda,
Guarrate y Villaescusa. Pero cuando estalla la guerra muchos jóvenes de la
parroquia son destinados a diferentes lugares y algunos mueren. Ese periodo y
la posguerra se convierten en un momento de represión también para la comunidad
reformista, de tal forma que queda reducida a unas veinte familias.
-La Guerra Civil influyó
entonces en el desmantelamiento de la comunidad.
-Desde luego, porque la Guerra Civil y la posguerra
hicieron que muchas familias emigraran a Cataluña, Madrid y otros lugares. Como
consecuencia de ello, la comunidad quedó reducida y pasó a depender de la
provincia de Salamanca. Desde 1939
a 1952 la parroquia permanece sin un párroco permanente,
recibe visitas esporádicas de algún pastor o presbítero que viene de Salamanca
o de otros sitios.
-Pero con el paso de los años
volvería a recuperar fuerzas.
-Sí, hacia 1989 la comunidad de Villaescusa se
reorganizó otra vez, vuelve a tener un párroco residente y durante los últimos
tres años ha estado una mujer, pero se ha marchado a Madrid y ahora el pastor
viene de Salamanca.
-¿Con cuántos fieles cuenta
ahora la Iglesia Anglicana en la provincia?
-En Villaescusa la comunidad tiene su servicio
religioso y bíblico. Son unas 40 personas más otras 60 distribuidas por
distintos pueblos. En total un centenar de zamoranos en la provincia son
anglicanos. Hay en Toro, en Zamora, Fuentesaúco, Guarrate y alguna familia en
la zona fronteriza con Portugal.
-Volviendo a la Guerra Civil,
varios pastores protestantes zamoranos sufrieron las consecuencias de la
represión.
-Efectivamente, fueron fusilados tres pastores. Uno
de Villaescusa que se llamaba Pedro de Vegas, amigo de Pío Baroja, murió
fusilado en Córdoba. Atilano Coco, de Guarrate, que murió fusilado en
Salamanca. Y Julio Caro, que fue párroco en Villaescusa un poquito antes de la
guerra, fue fusilado en Bilbao.
-¿Que les diferencia
fundamentalmente de la Iglesia Católica?
-La principal diferencia entre el anglicanismo y la
iglesia romana es la autoridad. Para nosotros la autoridad son las Sagradas
Escrituras, interpretadas a la luz de la tradición y del sentido común. Y en la
iglesia greco-romana la autoridad es el obispo de Roma.
-También les distingue su
tolerancia con la mujer a la hora de ocupar cargos y el matrimonio, aceptado
entre los representantes de la iglesia.
-De esa diferencia de la autoridad surgen todas las
demás. La iglesia romana no admite mujeres sacerdotes ni dejan que éstos se
casen porque el obispo de Roma dice que no, que es la autoridad y es infalible.
Nosotros, a la luz de las Sagradas Escrituras y de la tradición entendida con
sentido común, no vemos que se oponga por ejemplo el criterio de las mujeres. Y
si éstas en la época de Jesucristo no eran ministros ni apóstoles era porque la
mujer no tenía entidad jurídica, por tanto no podía enseñar ni presidir sino
que dependía del padre y del esposo. Pero en el siglo XX, puesto que la mujer
tiene entidad jurídica como persona independiente de su esposo, por qué no va a
poder enseñar o presidir la comunidad o representar a Cristo en el altar. Todo
eso lo da el sentido común y las Sagradas Escrituras.
-¿Y con respecto al matrimonio
de los ministros de la iglesia?
-Cómo vamos a prohibir si hasta el año 1000 en toda
la cristiandad se casaban los sacerdotes. Eso simplemente es una forma de
control porque, claro, un hombre célibe y sin familia se controla mucho mejor
que una persona que tiene una familia y tiene que mirar por ella.
-Ha habido épocas de ciertas
tiranteces con la comunidad católica, ¿cómo están ahora las relaciones?
-Actualmente son unas relaciones oficiales muy
buenas, hemos firmado un documento conjunto entre la Conferencia Episcopal y la
Iglesia Española Reformada Episcopal sobre el bautismo y mantenemos un diálogo
oficial muy positivo y muy bueno.
-¿Y a nivel local, con los
representantes de Zamora?
-Pues depende un poco de las personas, las hay más
abiertas al diálogo y a la colaboración; nosotros estamos dispuestos a
colaborar con todo el mundo. Estoy pendiente de pedir una cita al obispo de
Zamora, al que no conozco personalmente. Con el que tuve una relación más
estrecha fue con don Atilano.
-Es un momento de compromiso
social por la grave crisis económica, ¿cómo ejercen ustedes esa ayuda a las
personas en aprietos?
-Todas nuestras parroquias deben tener un programa
social de ayuda a los necesitados, incluida Villaescusa. Un programa que
llamamos MAS (Misión Anglicana Solidaridad). En Madrid más de 26.000 personas
han pasado por nuestras cinco parroquias para recibir atención y si en
Villaescusa alguna familia lo necesita también lo recibe. Para nosotros la
solidaridad es una opción siempre.
Madrid, 1962 - Carlos López Lozano nació en el
seno de una familia de tradición protestante. Licenciado en Teología, fue
consagrado como obispo por el Arzobispo de Canterbury en 1995. Antes estuvo
como párroco en Salamanca y durante cuatro años en Villaescusa. «Me siento muy identificado con Zamora»
confiesa el máximo representante de la Iglesia Española Reformada Episcopal. De
hecho son frecuentes las visitas pastorales a la comunidad zamorana, la próxima
mañana por la tarde cuando presidirá una celebración en la parroquia de
Villaescusa. Carlos López está casado y dedicado enteramente a sus labores
pastorales que compatibiliza con su familia.
-¿Tienen algún proyecto especial
para Zamora, a parte de ampliar su comunidad?
-Tenemos un proyecto para hacer un centro de jóvenes
en la zona de Sayago donde disponemos de unas propiedades, una casa y un
molino. La idea es hacia 2014 ó 2015; se trataría de una especie de campamento
juvenil y tal vez un hogar de ancianos pero sería a cinco años vista.
-Sí porque esos proyectos
requieren inversiones importantes; ¿reciben ustedes alguna ayuda?
-No recibimos nada del Estado ni de ninguna otra
iglesia en el extranjero, todo lo que tenemos lo subvencionan los propios
fieles con ofrendas voluntarias.
-Eso también les da más
independencia.
-Pues sí, indudablemente. Aunque a veces es difícil
mantener el trabajo sin ningún tipo de subvención. Pero estamos haciendo lo que
hemos hecho siempre. Y le tengo que decir que aún en Inglaterra, la iglesia
aunque es el Estado no recibe nada del Estado. Desde el siglo XIX, la iglesia
anglicana separó su economía del Estado. Se sostiene con las propiedades, la
solidaridad y el apoyo de los fieles, porque es una iglesia en Inglaterra
totalmente independiente. En todo el mundo la comunidad anglicana es
independiente.
-Sufren como la Iglesia Católica
una crisis e indiferencia de la sociedad con la institución.
-Al ser una iglesia minoritaria no tanto, la gente
aprecia mucho el esfuerzo que hacemos. Pero esa indiferencia también puede ser
positiva porque permite comenzar con una evangelización de base.
Fuente: La
Opinión de Zamora / Irene Gómez
Edición:
Gabinete de Comunicación-Iglesia Anglicana de España (IERE)
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